miércoles, 21 de septiembre de 2011

Desesperadamente buscando a.......parte 3


-Soy Dolores, la novia de Pancracio, es que estáis cegatos u qué?
-Plop,plop,plop sonaron las desilusiones de aquel trió de zopencos que no se habían percatado que era Dolores, novia de Pancracio

-Y como te vamos a reconocer con esos pelos tan blancos? Dijo Pancracio
-Es que doña Herme quiere que use esta peluca para dar seriedad al asunto.
Bueno, bueno, pelillos a la mar…esta doña Herme?
-Los espera en la estancia del buen decir y mejor dialogar, dijo Dolores, pasen por aquella puerta.
Penetraron por aquella puerta llena de símbolos extraños, encontrando una estancia amplia, apenas iluminada por los espacios entre los carrizos que conformaban las paredes.
Una voz cavernosa les sugirió se sentaran en aquellas especies de taburetes. No lograban ver a doña Herme de tan oscuro que estaba, ella, intuyendo lo anterior, aparto unas cortinas que cubrían aquella ventana carcomida por el paso de los años.
Por fin vieron el rostro de doña Herme. Cubría su cabeza con aquella especie de chal oscuro, de mirada siniestra resaltando aquello ojos negros, llena de amuletos en los dos brazos. No media más de 1.50m, talla robusta y mirada que no parpadeaba al mirar fijamente.
-En que les puedo ayudar, pregunto…
-Queremos nos ayude a encontrar nuestro borrico, pues nos lo robaron y no sabemos donde se encuentra, replico Mamerto.
-En seguida lo buscaremos, menciono doña Herme, mientras dejen preparar las cosas para buscarlo,  dijo mientras salía de la estancia
Al poco rato se presento junto a Dolores con bastantes cosas que depositaron en el centro de la mesa.
Los voy a preparar para lo que viene a continuación, menciono Dolores, mientras pasaba sobre sus hombros una estola. Aquella tira delgada que usan los sacerdotes católicos al cuello.
Hecho lo anterior doña Herme les dio a beber “agua de San Ignacio” bendecida en la iglesia más cercana. Aquellos hombres ya bendecidos por tales aguas milagrosas fueron testigos a continuación de hechos inexplicables…pero no adelantemos hechos, vayamos por partes.
-Vamos a buscar su borrico por los cuatro puntos cardinales, avisoles la etérea bruja.
-Buscaremos primero en el norte, en las tierras Altas de Nomeolvides,….Dicho lo anterior se quito el reloj que llevaba en la mano izquierda, se persigno con él y le dio cuerda (por lo menos eso les pareció a aquellos hombres incrédulos).
-Hermano Nepomuceno…aquí la hermana Herme, me escuchas? Dijo hablando por el reloj cual si micrófono se tratara. A continuación lo coloco en su oreja y escucho atentamente, al cabo de un ratico, volvió a hablar.
-Hermano Nepo (se supone que llevaba gran amistad con el tal Nepomuceno que hasta abreviaba su nombre), estamos buscando un borrico perdido o robado…abras visto algo por aquellas tierras?
-Porque no me han dado santo y seña de su borrico?...Ya me hicieron sufrir el enojo de Nepo, pues dice que borricos hay muchos…descríbanmelo.
Tomando la batuta el siempre inteligente Pancracio, le describió al borrico de esta manera…
-Es color gris borrico…cuando quiere hace “jijau, jijau”, tiene unas orejas grandes, grandes, casi como de burro y como seña particular tiene 4 patotas de este tamaño…Responde al nombre de Spirit
Con aquella refinada, explicita y sobre todo detallada descripción, doña Herme la repitió al buen Nepo. Pasado un rato de atenta escucha por parte de doña Herme, se despidió de su gran amigo Nepo diciéndole…estamos atentos, parejita, cualquier cosa, ya sabe…10-4 y atento al 25-3.
Con aquellas claves se despidió del buen Nepo anunciando que ahora iba a buscar en las tierras Sureñas de Quierememucho, cuyo representante era el gran Elpidio Comidarapidaparallevar. Repitiose la conversación, pedimento, descripción del borrico con idénticos resultados que con el gran Nepo. Buscaron también en las turbulentas tierras del este, llamadas Aquinosepierdenada, cuyo representante era Batallón Mostacho, pero tampoco encontraron nada.
Toco entonces la llamada a las tierras de Oriente, llamada Lostresreyes, lugar donde Vivian los hermanos Malhechor, Gastón y Basaltar, cuando doña Herme les pidió su encargo, tardaron más tiempo del necesario, y cuando ella contesto…
-Recorcholis y recontra bajos, con que allí esta, ein?
-El corazón de nuestros amigos dio un vuelco pues supieron que su tarea llegaba a su fin.

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